Amar sin medida !!

Tratemos de alcanzar con la imaginación alguna realidad grandiosa. Podemos pensar por ejemplo en el océano y quedar extasiados contemplándolo, podríamos quizás ir más lejos y percibir la maravillosa inmensidad del universo. Sea como fuere, nada de esto podrá compararse con la experiencia de descubrir el amor. Saberse amado, más que sentirse amado, es una realidad sublime que sólo puede comprenderla el ser humano que ha logrado vivirla. La certeza de ser amado por otro, que existe fuera de mí, que conoce mi ser, mis pensamientos y sentimientos, que sabe lo que hago y lo que dejo de hacer, es el máximo sentido que podemos darle a nuestras vidas. Vivimos porque somos amados y permanecemos en este amor porque amamos. Al descubrir el amor de una persona hacia mí, sé que soy valiosa, sé que existe en el mundo alguien más que se preocupa por mí, que sufre conmigo y por mí. Ya no estoy sola. Ahora pensemos por un momento, sinceramente, qué sería de nosotros si esta persona no es un ser humano: con defectos, que se olvida por momentos de la persona que ama, sino que se trata del ser supremo: perfecto, que no olvida ni se equivoca, que siempre está pensando en mí aunque le dé la espalda. Si pensamos así podremos saber que más allá de amores limitados, aunque verdaderos de todas formas, hay quien me ama sin medidas, sin descanso, día y noche, desde antes que naciera y para siempre. Dios, el único ser que ES AMOR, es suficientemente grande para colmar nuestro ser y darle un sentido definitivo: el amor. La medida de la grandeza de nuestra vida estará en la medida que vivamos recibiendo y dándole nuestro amor. Conseguiremos la felicidad podremos realizarnos en la medida en que no pongamos obstáculos para amar de verdad. ¿Y cómo es el amor verdadero?: ¡Sin medidas!